viernes, 30 de mayo de 2014

Caballeros de la luz

   

La del alba sería cuando Don Quijote salió de la venta, tan contento, tan gallardo, tan alborozado por verse ya armado caballero...

Don Quijote de la Mancha.
Capítulo cuarto.
Miguel de Cervantes.



Empiezo  calificando una aventura que emprendimos el pasado fin de semana de "quijotesca".

Saco este adjetivo de mi plumier de escribidor, no para significar algo rocambolesco y desmedido, sino como una acción con ribetes de osadía, visión y entusiasmo.

El asunto, para ir al grano amigo lector,fue el cruce de nuestra península en diagonal desde el noroeste incipiente y mesetario donde habitamos, hasta el sureste extremo bañado por las luces calinas del mediterráneo.

La compañera de este viaje Nereida Castro Medina
compañera de este viaje al levante de la aurora.
Mazarrón, 24 de mayo de 2014.

Muchas serían las horas de lectura que el bueno de Alonso Quijano necesitaría para decidirse a abandonar su hacienda en algún lugar de La Mancha, la olla de algo más vaca que carnero,las lentejas de los viernes, a su sobrina veinteañera y a su ama pasada de los cuarenta; a bautizar a su rocín flaco que hasta entonces es de suponer que vivía en pecado caballar, a buscarse un escudero, y llegados hasta aquí y ya metidos en harinas caballerescas, buscarse moza a quien amar dulcemente.

Pero a nosotros, dos mujeres y dos hombres, las ganas de desfacer entuertos por esos mundos, nos llegaron sin la pausada prosa de Cervantes. Y es que yo tengo para mí que los arrebatos y los prontos leen poca literatura buena. Yo mismo, seis horas antes de emprender el viaje, nada sabía de él. Suena el teléfono, y el organizador del equipo que promovemos para el próximo septiembre un inédito congreso polidisciplinar de las artes: "Art OpenHouse Salamanca" me pregunta si quiero ir con los compañeros a la octava edición de FotoGenio en Mazarrón, Murcia,  a la presentación y promoción del evento que procuramos.


Yo soy un modesto colaborador de este evento en ciernes, no os creáis, pues no hace mucho tiempo que me he unido al su equipo, ya que como también incluirá de manera complementaria actividades literarias, pues que ahí ando echando una mano en tareas escribidoras.

Así que yo empiezo a responder, en esa pregunta telefónica, que mire usted mi señor Don Quijote, que así de sopetón, que sepa vuesa merced que tengo planes con mi Teresa Panza, y que hay mucha tirada para mi burrico...

Pero no era la del alba cuando a las cinco le la mañana nos pusimos rumbo a los levantes de la aurora.

Salimos de Salamanca con 3 grados y el termómetro se nos fue engordando a lo largo de los  700 km del trayecto y de las nueve horas de viaje , hasta enseñarnos a las cuatro de la tarde en el puerto de Mazarrón su oronda panza de 29º.

La bella y la bestia . Fotografía de Eugenio Recuenco.
Pero ya estábamos allí, y nos recibía toda la luz que Sorolla y Fortuny no pudieron apresar en sus lienzos.

Y enseguida a la sede del congreso de  FotoGenio a ver qué espléndida aventura fotográfica nos esperaba. 

Allí nos esperaba otro compañero que desde Málaga se unía a nuestra aventura.

La nave del evento era una gran venta con cientos de gentes de allá para acá, de stand profesional a stand librero, de sala  de conferencias magistrales, a salita de presentaciones de las principales casas frabricantes de las cajitas mágicas de atrapar la luz. Y por los pasillos  un sin número de bachilleres,de barberos, de clérigos del arte,de viajeros que allí buscaban fonda para sus aficiones, y entre ellos, nosotros con nuestra nueva del oeste.

La primera conferencia a la que asistí aquella tarde fue  a "Más allá del momento capturado", de Eugenio Recuenco, maestro de la fotografía, de la publicidad y de clara y resuelta vocación cinematográfica. Me agradó mucho su personalidad y su manera franca de contarnos sus experiencias en el mundo de los flash y de la moda, y alguno de sus trucos de cazador de instantes con la cámara. Disfruté mucho la proyección de un cortometraje de ambiente cirquense y maravillosamente onírico.


Escena en La habana,
Fotografía de José María Mellado.
Al día siguiente, sábado, asistí al mediodía a otra estupenda conferencia  de Recuenco  y esta vez nos encandiló con sus palabras para encontrar en un mundo tan comercial y uniforme un estilo y una mirada personales. 

Luego, a última hora de la tarde, disfruté de la didáctica maestría de José María Mellado en su exposición : "La Gramática de la Fotografía". Y es que para un fotografiador incipiente como yo que apenas unos meses con el cazamariposas de imágenes colgado del cuello, asistir a esta clase ha resultado revelador. Ahora, gracias a Mellado sé algo más, para hacer una fotografía decente, que apretar el disparador de la máquina.

Y este día a media tarde, entremedias de los dos excelsos caballeros anteriores, llegó al que esperamos 1500 personas: Sebastião Salgado.


El salón de actos abarrotado: 700 personas conté yo sentadas y otras 100 por taponando los pasillos de pie, intentando sacar una foto del maestro brasileño. Dos horas con el premio "Príncipe de Asturias" de las Artes del año 1998 sirven para inocular a cualquiera el amor por la luz. Comenzó su plática hablándonos  de que la luz de cada lugar deja su impronta única en quienes las habitan. Él mismo en lo primero que se había fijado, nos dijo, al llegar a estas tierras de levante había sido en la particularidad de su luz, como hiciera también este sencillo escribidor. 

Luego Salgado nos contó sus inicios en la fotografía, allá en su Brasil, cuando junto a su padre repara con demasía en nubes y en montañas y selvas y cielos que le maravillaban. Más tarde sus estudios de Economía y cómo fue atrapado por la magia de las imágenes para abandonar las finanzas , marchar a Francia siguiendo la llamada de su vocación, y hacerse por largos años caballero andante de la fotografía.



Hubo dos sesiones de 25 minutos de proyecciones de su obra en una inmensa pantalla con una música deliciosa. Para cuando llegó el turno de preguntas, los asistentes ya estábamos levitando por sus imágenes, y a mí, por ejemplo, me tuvieron que sacar de entre los trabajadores de las minas de oro de la Sierra Pelada de su tierra, porque no me quería salir de mi embeleso de ayudar a aquellos hombres en sus dentelladas a la tierra.



Conferencia magistral del maestro
 
Sebastião Salgado. 
en FotoGenio 2014.
Alguien le preguntó al maestro Salgado si la realización de su obra, con tanto sentimiento, desgarro,sensibilidad, le había acercado o alejado de Dios.



Silencio en el acto; escena del nítido gelatinobromuro de su imágenes.


El maestro habla: "Yo nunca he creído mucho en Dios, nunca he sido creyente más que en el orden evolutivo y progresivo de la vida y de la humanidad", dice la bossa nova de su voz.

Aplausos unánimes del público, vítores, risas, el batir prolongado de palmas de manos como una estampida de flamencos en la Amazonía.

No tuve oportunidad de acercarme a Don Sebastião, mucha era la multitud que lo pretendía, y de haberla tenido, tal vez le hubiera dicho le que tal vez él no crea en Dios, pero que estoy seguro que Dios si cree en su obra, pues esto es lo que consiguen los maestros, y lo que buscamos con dedicación un tanto quijotesca todos los demás con el humilde ejercicio de nuestras cosas.

Y ahora para terminar la reseña de nuestro viaje, este escribidor quisiera poner lo que dijo en el regreso, cuando se apeó del automóvil ya a las puertas de su casa: " Mire bien vuesa merced, mi señor Don Quijote, que lo que hemos visto por allá, por esas tierras del levante de la aurora, no han sido molinos, no: sino gigantes de la fotografía".

Sé que todos regresamos cansados de estos tres días de aventura, pero satisfechos, y es que acaso todas lo que merece la pena llevar a cabo tiene algo de la nobleza y la locura apasionada de los caballeros andantes.

Gracias compañeros de esta extraordinaria  aventura de Art OpenHouse Salamanca.

Ángel de Arriba Sánchez,
El Escribidor del Tormes.


Imagen de la etapa final de nuestro viaje, cuando apenas pasado el túnel de Guadarrama
esto es lo que nos encontramos.

Parte del equipo del Congreso Art OpenHouse Salamanca
en el acto de presentación en FotoGenio 2014.



Nereida Castro en el Mediterráneo.