lunes, 21 de septiembre de 2015

Cabalgando soles


En la antigua vía férrea, hoy vía verde, entre Carbajosa de la Sagrada y Alba de Tormes.
Domingo 20 de septiembre de 2015.
Adiós, verano, y gracias por llevarme a tantos lugares.

Por acompañarme a la Sierra de Francia: a Sequeros, a San Martín del Castañar, a Mogarraz, a La Alberca.
Agradecido porque bailaras con nosotros bajo la luna ardiente de san Juan en las Fiestas de Villalba de los Llanos, ese humilde lugar de gran Historia que tanto quiero, y donde duermen sus furores medievales el despoblador Enríquez y la Brava María.

Me acuerdo ahora de la tarde en que te dormiste junto a mí en la siesta bajo un álamo en la bella Ledesma, y de las veces que rodamos juntos por los rastrojos de Florida de Liébana, de Pino de Tormes, de Almenara, de Carrascal de Velanvelez, de Zarapicos, de Valdemierque,o de Martinamor.

Y de una mañana de julio en la que subimos al Arapil grande a recrear la victoria en la francesada con las buenas gentes de Las Torres y Arapiles, y por allá recorrí campos con mi ciclo como si fuera de avanzadilla en la brigada montada de don Julián Sánchez "El Charro"... gracias también.

Amo los ecos de las buenas conversaciones jacobeas tenidas, allá en Morilles, con los que he encontrado en La Ruta de la Plata subiendo de las andalucías y extremaduras del sur; añoro las peregrinas pláticas la taberna de Chuchi en Miranda de Azán, y las sentadas en los poyos con los hombres de Mozarbez para parlamentar de las grandes cosas pequeñas de cada día.

Gracias por aquella vez en la que se me olvidó salirme de los relojes de la solana, y Rogelio me dio sombra, palabra fresca y agua del buen barro en el portal de su casa de Las Torres. Tambiém por dejarme conocer a Luis Navarro, hombre de Valero llegado a estas llanuras, un viejo pastor- casi nada- y que me enseño a manejar el viento cuando se limpian los garbanzos...Sí hombre, recuerda: aquella tarde que llegábamos por un camino de polvo rojo a Aldeatejada.

Muchas veces, ya lo sabes, hemos ido de la mano por el camino de Teresa a su Alba de Tormes, y qué horas de santo refrigerio nos tomábamos en la plaza mayor de Carbajosa de la Sagrada en nuestros sudorosos regresos.

Oye, estío, compañero, ahora que veo que recoges tus lienzos, gracias por traer de los nortes de más umbría a Agustín con sus perros, sus cientos de ovejas, y de nuevo a las mesnadas del otoño de nuevo por los tesos de Castilla.

Y todo esto he tenido en tu compañía, por el coste de una embuerza de céntimos, una triste bicicleta, mucha ilusión y empeño sostenido.

Qué bueno ha sido que te quedaras conmigo en la ciudad donde todo tempo es de oro y sueño: Salamanca , y por tantos y tan bellos, cercanos y singulares lugares de su provincia. 

Pero, sobre todo, amigo que te te vas, gracias por dejarme que cada día fuera rodando por el mundo como quien cabalga soles.

Enbuerza: vocablo serrano que alude a la cantidad que entra en el cuenco que hacen las dos manos juntas.

Antigua vía férrea, hoy vía verde,entre Carbajosa de la Sagrada y Alba de Tormes.
Domingo 20 de septiembre de 2015.
Calle de Mogarraz, Sierra de Francia. Agosto de 2015.

Entrando en Miranda de Azán, Salamanca. Septiembre de 2015.

La Alberca, Sierra de Francia, agosto de 2015.

Procesión de las Fiestas de San Juan bautista en Villalba de los Llanos, Salamanca. Domingo 28 de junio de 2015.

San Martín del Castañar, Sierra de Francia. Junio de 2015.



Escinificación de la victoria en la batalla de Los Arapiles de 1812.
Arapiles, Las Torres, (Salamanca) 12 de julio de 2015.

Puente sobre el río Tormes, Ledesma (Salamanca) , julio de 2015.

Vista de Alba de Tormes (Salamanca)

Campos de Florida de Liébana (Salamanca), agosto de 2015.

El río Tormes a su paso por Salamanca, agosto de 2015.

Mogarraz, Sierra de Francia, 2 de agosto de 2015.
San Martín del Castañar, Sierra de Francia. Junio de 2015.
Sequeros, Sierra de Francia. Junio de 2015.
Amanece en La Alberca, Sierra de Francia.







Vista de la Peña de Francia desde la iglesia de El Robledo de Sequeros, Salamanca, Castilla y Léon, España...,y en mi pecho.









domingo, 6 de septiembre de 2015

Canción de cuna para Aylan


Yo no sé si en estos Damascos de fuego y trueno, las mujeres bañan a sus hijos con patitos de goma.

Ignoro también, si los niños de esas encendidas tierras chapoteaban en la espuma olorosa con ellos.

Por no saber, no sé si los padres, viendo la plaga de la época, cuentan a su familia, en la hora del sol de ceniza, y sobre el pan que les trajo el día,  de trayectos por los dibujos de los atlas escolares.

Y si cumplidas sus oraciones, se sientan en el borde de las camas de sus niños, y les hablan de Aladino, de mágicas alfombras en los que huir de la guerra, o de  aquel Simbad de marinas barbas y muchos prodigios, u  otras  mil y una historias para convocar su sueño.

Yo, no sé.

Pero he sabido que las palomas  mensajeras del oriente se pierden cuando quieren llegar al Canadá, aquel de tantos peregrinos. Y que Europa duerme y olvida con sus cuentos de metal.

He sabido, sí, un día, en la hora en la que los gallos hacen gárgaras en su gaznate con la aurora, y en la que los periódicos nos quitan las legañas, de Aylan Kurdi.

He conocido de gentes que andan como boyas en el mar de sus sueños, de  marenostrums, y de los maresuyos de la política internacional.

Vi la foto de un crío al que le había salido la blanca sombra de los héroes, de los intrépidos, de los que leen cuentos..., de los ahogados. Y me quedé parado; como tú, como el otro, como casi todos. Me dieron ganas de nadar por las páginas para saber más, y de gritar pidiendo remedio, y de pedir, que le pusieran al crío una mantita zamorana, que fuera verde como el trillado verde de la esperanza, y unas sábanas rosas de franela, que la muerte se nos viene siempre con los fríos del invierno, por ver si me resucitaba en los ojos. 

Y, qué cosas, el chiquillo, allí, sobre las sábanas de arena, destapado de la manta de espuma, durmiendo boca abajo, desatijado como quien se revuelve en un sueño que no acaba de controlar, empezó a resucitar cosas.

Pienso ahora, que acaso el niño sonreía cuando su padre le llevaba sobre sus espaldas por el camino de los mapas, cuando vio que su madre Rehan sacaba en el exilio unos dátiles de su fardo, y el siempre nutricio alimento de su sonrisa.

Acaso, pensaba también, el pequeño Aylan, viendo el brillo en los ojos de sus hermanos mayores cuando les subieron al bote de goma, pensó que el gran mar era una bañera, y aquella embarcación en la que iban, el patito soñado para navegar al fin las pompas del jabón.

Total: ¿Qué le iba a pasar si iba con su madre que olía a cedro del Líbano, y a su padre que todo lo sabía?

Pero lo que no sabía Aylan, y saben los teletipos, es que estaba llamado a convertirse en un arquetipo picassiano contra las guerras como del Guernica, en un hito del fotoperiodismo, en un flash de portada; y la suya, la historia de su madre y hermano Galip, de otros tres niños y 7 adultos que vomitó el mar en una noche de septiembre, serían al fin la voz, el grito, dijo Nilüfer Demir, la periodista que difundió la foto de la playa, de tantos fallecidos en igual odisea humana.

Así, la imagen de un niño de tres años en la posición de un sueño revuelto, se había convertido en personaje de cuento de esos que relatan las generaciones a los suyos cuando la luna se afila en las ventanas.

Y en héroe, pues él, ha abierto caminos, ha  salvado a los demás de las estaciones estancas. Aylan no alcanzaría a imaginar en su mejor fantasía, que iría volando en la alfombra de la red que todo lo visita, ni que haría prodigios políticos dignos de Aladino, ni hazañas marinas como aquel Simbad, ni que su blanca sombra de celulosa por los rotativos abriría los despachos administrativos cerrados a cal y canto por las aduanas.

Ni que su silencio de goma y sal sería una canción de cuna para despertarnos,  a ti, a mí, a Europa, al mundo, del naufragio humanitario en el que dormíamos.

Publicado en el periódico digital
Salamanca rtv al Día,




Ángel de Arriba Sánchez
El Escribidor del Tormes

Portada del periódico EL MUNDO, 3 de septiembre de 2015.
Aylan Kurdi, foto de Nilüfer Demir, Reuters, Náufrago junto a otros 4 niños y siete adultos en playa de Bodrum, Turquía , 2 de Septiembre de 2015.